La inclusión dentro de la educación es
uno de los grandes retos que actualmente se tienen como sociedad, una de las
posibles soluciones que se pueden encontrar a este problema es la
implementación de nuevas estrategias que generen un ambiente más sano y abierto
socialmente, posibilitando así la aceptación social, por otro lado el quehacer
docente debe estar siempre en constante apertura al cambio, es decir, reconocer
que la educación no debe ser estática, ya que solo así la inclusión podrá tener
cabida en la vida escolar de los alumnos que realmente necesitan de ella.
Para que
la sociedad en general, sus escuelas y las aulas sean inclusivas es necesario
la identificación y eliminación de obstáculos y barreras de acceso que
posibiliten la accesibilidad al entorno físico, social, económico y cultural, a
la salud y la educación, a la información y las comunicaciones y así las
personas con discapacidad puedan gozar plenamente de todos los derechos humanos
y las libertades fundamentales (ONU, 2007).
De este modo, es sumamente importante
investigar acerca de este tema, puesto que generará amplios caminos de
información que pueden convertirse en la base de estrategias que en coacción
con la tarea docente y social mejoren el rendimiento escolar y aporten al
aprendizaje integral de los infantes en edad preescolar.
La importancia de esta investigación tiene diversos alcances pues es importante que como futuros docentes conozcamos las mejoras a la calidad educativa que se pueden realizar mediante una estrategia didáctica, del mismo modo puede servir para hacer comparaciones entre diversas estrategias que se diseñan acorde a las necesidades y características de cada grupo analizado.
Todos los alumnos
deben ser tratados por igual sin importar si presentan algún problema que
ocasionen barreras de aprendizaje, por ello “en las escuelas inclusivas
enfatizan, así, el sentido de la comunidad, para que en las aulas y en la
escuela todos tengan sensación de pertenencia, se sientan aceptados, apoyen y
sean apoyados por sus iguales y otros miembros de la comunidad escolar, al
tiempo que se satisfagan sus necesidades educativas” (Arnaiz, 1995, p. 11).
Es
por ello que es importante conocer cuáles son las estrategias que se pueden
utilizar para poder incrementar la inclusión educativa dentro del aula en
preescolar, y así generar un ambiente de aprendizaje con inclusión para todos
los alumnos.
Para satisfacer las necesidades de todos
los estudiantes, se deben establecer escuelas que enseñen, estimulen y honren a
los alumnos, el objetivo no es sólo salvar a aquellos estudiantes para los que
la marginación o el fracaso educativo son intolerables, sino que consiste en
asegurar el éxito educativo para todos
los niños. Por consiguiente, el
profesorado debe aprender a trabajar con la diversidad y buscar estrategias
pedagógicas diversificadas.
Así pues, cada vez con mayor claridad se
plantea la necesidad de que todos los alumnos reciban una educación de calidad
centrada en la atención a sus necesidades individuales (Daniels
y Garner,
1999; Stainback Stainback
y Moravec,
1999). La filosofía de la inclusión defiende una educación eficaz para todos,
sustentada en que los centros, en tanto comunidades educativas, deben
satisfacer las necesidades de todos los alumnos, sean cuáles fueren sus
características personales, psicológicas o sociales (con independencia de si
tienen o no discapacidad). Se trata de establecer los cimientos para que la
escuela pueda educar con éxito a la diversidad de su alumnado y colaborar en la
erradicación de la amplia desigualdad e injusticia social (Howe,
1996; Slee,
1996; Kerzner Lipsky
y Gartner,
1996).
La exclusión afecta a quienes son
discriminados por su etnia, género, su procedencia social, sus capacidades o
características personales y a quienes no logran aprender porque reciben una
educación de baja calidad. Es por eso que la inclusión busca más que nada la
integración y su finalidad es asegurar el derecho de las personas con
discapacidad a educarse en las escuelas regulares, además de que aspira a hacer
efectivo para toda la población el derecho a una educación de calidad,
preocupándose especialmente de aquellos que, por diferentes causas, están
excluidos o en riesgo de ser marginados, por lo anterior, es sumamente importante reconocer que la educación debe ser totalmente abierta a la diversidad y responder a lo siguiente:
“La educación integradora se ocupa
de aportar respuestas pertinentes a toda la gama de necesidades educativas en
contextos pedagógicos escolares y extraescolares. Lejos de ser un tema marginal
sobre cómo se puede integrar a algunos alumnos en la corriente educativa
principal, es un método en el que se reflexiona sobre cómo transformar los
sistemas educativos a fin de que respondan a la diversidad de los alumnos. Su propósito es
conseguir que los docentes y los alumnos asuman positivamente
la diversidad y la consideren un enriquecimiento en el contexto
educativo, en lugar de un problema.“ (UN
DESAFÍO UNA VISIÓN", UNESCO, 2003)